lunes, 9 de julio de 2007

NÉCTAR NO MORIRÁ

PUEBLO CANTÓ, LLORÓ EN LA DESPEDIDA
El pueblo vibró y “El arbolito” no paró de sonar. De los cerros, los conos y las zonas más recónditas de Lima llegaron para el último adiós. Treinta mil personas, unidas en un sólo sentimiento y dándole la contra al frío capitalino, acompañaron a sus ídolos hasta su última morada. “Néctar” descansa en paz. Pero no ha muerto. Así lo sentenciaron sus seguidores gritando a viva voz: ¡Deyvis corazón! “Queremos escucharte cantar”, “Tienes que seguir con el grupo”, “No dejes morir a Néctar”. Esas frases salían espontáneas de una emocionada multitud, como decretando que el fin del grupo no ha llegado. En contraste, la congoja y el dolor de los familiares, quienes luego de casi dos meses de angustiante espera debían decirle adiós a sus seres queridos. Ni el amanecer lluvioso frenó a los miles de fans de Johnny Orosco que madrugaron haciendo cola en la Plaza de Acho para rezar ante su féretro y despedirse de los integrantes de su agrupación. Hasta el presidente de la República, Alan García, asistió y los condecoró póstumamente con la orden al mérito por servicios distinguidos. Los ataúdes de Pascual Rayme y Juan Carlos Marchan, a pedido de sus familiares, llegaron a Acho después del mediodía. Sin embargo, los restos de Johnny Orosco, todos sus músicos y los hermanos Miriam y Oscar Orrillo finalmente partieron en forma conjunta hacia el camposante Mapfre de Huachipa. Escoltados por la policía motorizada, el cortejo salió del coso del Rímac a la 1 de la tarde. Camionetas, combis, automóviles y buses los acompañaron todo el trayecto. Los aplausos y las vivas a su paso no faltaron.
MULTITUD SE LEVANTO Y HUBO DESMAYOS
En Huachipa salió sol. Se vivía un ambiente de fiesta. Un equipo de música soltaba los éxitos de “Néctar”. Asemejaba un concierto y no un sepelio. Los bomberos socorrieron a más de una admiradora desmayada. El pueblo dijo ¡presente! Coreaban con fervor las estrofas de “Pecadora” y “El arbolito”, cuyos vídeos se veían en una pantalla gigante ubicada a un costado del camposanto. Los más de 200 policías destacados en el lugar resguardaron sin mucho éxito las calles y avenidas aledañas invadidas por ambulantes que ofrecían pósters, vinchas, fotos y CD´s del grupo. Cuando el párroco exigió silencio para empezar la liturgia, el público pedía música. Cuando los féretros descendían y se escuchaba el llanto de los deudos, los fans aplaudían. El grupo “Néctar” estuvo, ayer, más vivo que nunca. Y el pedido de las jovencitas: “Deyvis queremos escucharte cantar”, quedará en la memoria de muchos presentes. Un nuevo capítulo de la cumbia comienza.
(Fuente: Diario ojo) www.ojo.com.pe

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